7/31/2008

Amtrak: The ride…Pt.3

Mmm, para finalizar la serie del viaje en tren, no me queda mas que escribir las impresiones que dejo en mí esta pequeña aventura.

El paseo a bordo del Coast Starlight fue bastante entretenido. Más de lo que hubiera anticipado. El recorrido inicia haciendo una serie de paradas rápidas en cuatro estaciones, lo cual toma alrededor de 1 hora. Después, el camino se prolonga hasta completar el recorrido de más de 9 horas, durante las cuales el tren se adentra en el valle del noroeste de California; el paisaje colorido, marcado con un contrastante color amarillo va cediendo hasta dar paso a los viñedos y campos de cultivo. Ocasionalmente, el Pacifico hace un cameo a lo largo de la costa, y voluntarios del servicio de parques nacionales narra una tragedia sucedida en 1923. Pasamos también por áreas destinadas a pruebas de misiles balísticos, las cuales dejaron incontables cicatrices en el panorama. Otrora arboles, ahora astillas, flotan en un lago artificial creado por las lluvias recientes y un disparo exitoso. A pesar de su colorido, el lugar carga con una pesada vibra de sufrimiento, y el silencio sepulcral del llano parece ser perturbado únicamente por el constante y pasajero tintineo de las ruedas del tren.

El resto del trayecto pasa desapercibido, no por falta de panorama, sino por el obligado viaje dentro del ser. Ante tanta calma y belleza, solo se puede huir al interior de uno mismo en busca de realidades incomodas, a fin de contrastar con la realidad tan hermosa a través de la ventana. La calma llega de manera abrumadora, y sin darme cuenta, caigo en un sueño profundo…pero breve. Apenas 20 minutos bastan para recargar las baterías y seguir el viaje sumido en un trance de meditación/reflexión. Antes de lo esperado y con un retraso de una hora, he llegado a mi destino, y la última parada de este viaje.

"Y eso es todo lo que tengo que decir al respecto…"

Sale pues…

3 comentarios:

Hector GC dijo...

Hola Rebeca!!!

Órale, o sea que también te gustan los soundtracks?? Las cosas se ponen cada vez más interesantes. “El espinazo del diablo” la mire hace tiempo ya, y recuerdo todavía cuando Santi quería abrir la puerta del closet donde se escondía el protagonista. Me gusto la película. Pero para mi gusto la película de “fantasmas” que mas me impacto fue “The others” (no me acuerdo del nombre en español, pero sale Nicole Kidman). Esa película me encanto. El conde de Monte-Cristo…todavía no la he mirado. De hecho me prestaron una versión Francesa, con Gerard Depardieu, que por falta de memoria no he mirado. Voy a ver si la encuentro ahorita para verla.

Tiene su lado romántico intercambiar correspondencia; la ansiosa espera del mensaje, las especulaciones en torno al contenido, y la sorpresa de las coincidencias. Es un proceso muy entretenido y gratificante. Y no se diga del misterio que encierra a la persona al otro lado del mundo. El único problema es que las versiones idealizadas de las personas con las que cambiamos cartas no suelen cumplir con nuestras expectativas. A final de cuentas nuestra imagen ellos es una fantasía, y las fantasías son perfectas. ¿Para qué arruinarlo con la realidad, no? ¿Para ti como es la realidad, que representa la realidad en tu vida?

Creo, por principio, que la sociedad influye en la mayoría de los casos escandalosos de asesinos. Pero hay una cierta cantidad de personas que nacen siendo fundamentalmente malas. Los que son consecuencia de la sociedad, son los castigados por la ley; los que son naturales, son protegidos o premiados. Hay quienes a muy temprana edad presentan cualidades únicas, que son los factores que influyen a que más delante desarrollen la muerte como profesión; los reflejos rápidos, la astucia, la necesidad de dominar, valentía excesiva, mentalidad de nada que perder. Esas son las cualidades primarias del asesino estrella. Estos terminan convirtiéndose en la Elite de los cuerpos de seguridad, SWAT’s, SEAL’s, DELTA’s, GSG9…no importa la nomenclatura, esa es la carta de presentación para un asesino de clase mundial, eficiente y frio, que sabe su lugar dentro del caos. Para mi ellos son los asesinos naturales. Obvio, deben de ser vigilados y alentados a respetar cierto orden, de ahí se deriva una disciplina militar inquebrantable. Pero aquellos pobres desgraciados que no conocen esa disciplina y comienzan a temprana edad, son los que terminan en manicomios. Y aquellos que logran salirse con la suya, luego congracian las páginas de la historia como monstruos capaces de atrocidades indecibles, siempre inspirados por la gratificación más grande para su tipo, el dominio absoluto, la capacidad de decidir sobre una vida.

A eso me refiero con la gente fundamentalmente mala, la que nace con el gusto por el sufrimiento. Están también quienes son fundamentalmente buenos, los que nacen con un gusto por el bienestar. Finalmente, están los fundamentalmente neutros, que se guían solo por sus placeres y la necesidad de satisfacerlos. Estos últimos, son influenciados por alguno de los dos grupos anteriores, y terminan siendo de uno u otro grupo.

Jajaja, no me prestes mucha atención tiendo a dramatizar y polarizar mucho las cosas.

En el caso que citas, de la madre que utilizaba a su hija como juguete, esas son el tipo de cosas que vuelven a alguien neutro hacia la maldad. La falta de dignidad y amor, creo yo. Pero eso si, en mi libro, el abuso infantil es el crimen con pena de muerte garantizada, y debería entregarse la sentencia como pizza, en menos de una hora. Robarle la inocencia a alguien…no tiene perdón, ni de la justicia, ni de Dios. Es por eso que los valores están tan trastornados, porque vemos la perdida de la inocencia como algo que nos lleva a un plano superior de conciencia

Bueno, aquí le dejo. Ya es hora mas o menos.
Sale pues…
Saludos,
Hector

Anónimo dijo...

Bueno tampoco es que yo me ponga a buscar soundtracks, pero cuando escucho algo en una pelicula que me cautive en extremo... jaja es que he de confesarte que soy algo "rara" con lo que me gusta, soy bastante exigente, es poco comun que yo admita que algo sea de mi agrado.

Vi la serie donde sale Gerard Depardieu, admito que me gusto su actuacion en Los Miserables, pero en el Conde de Monte-cristo, dejó mucho que desear, creo que no estaba a la altura del papel del Conde, no termine de ver la seríe, porque simplemente odio su actuacion.

Lo sé, es un gran problema el Idealizar, pero por eso uno debe de estar consiente de que todo humano, tanto virtudes y halagos viene acompañada de otras versiones ( no quiero decir defectos, porque no lo son), vamos partes del pequeño rompecabezas que somos, que quizá no nos graden pero son parte del ente y si alguien realmente te interesa aprendes a aceptarlas o simplemente ser indiferente ante ellas.

Estoy en conflicto con dos "conceptos" Realidad e Inocencia. Para el siglo VIII el concepto inocencia nisiquiera existia, en un principio ni siquiera los cuentos eran para los niños, sino, para expresar asuntos sexuales o turbios en historias que pudieran expresarse sin inhibicion alguna. Los niños eran tratados como un obrero más, teniendo que aprender a temprana edad lo que el trabajo, dinero y la comida significaban; y aquí es donde me pregunto de donde diablos y en que momento nació esa palabra "inocencia", que me suena tan chocante... nadie nace puro, todo es una dualidad (oh jaja diras que me contradigo con lo de los niños asesinos, pero bueno...). Conforme a la Realidad, no sé, a veces me pregunto si lo que estoy viendo es lo que estoy viviendo; ¿no te ha venido alguna vez a la cabeza que lo que ves es mentira, que no somos parte de ninguna realidad sino, de alguna histeria colectiva? Realidad Real...

Saludos!!!
Rebeca

Hector GC dijo...

Hola Rebeca,

Disculpa la tardanza, pero he pasado estos últimos días inmerso en la lectura. He estado leyendo “Grotesque” de Natsuo Kirino, la cual hasta este punto ha resultado excitante y perturbadoramente realista. Ja, real… causa algo de conflicto este término, ¿no?

La palabra inocencia, según yo, nació con el derecho romano, aunque probablemente fue mucho más tiempo atrás. La inocencia como ausencia de culpa, y la inocencia como ignorancia son a las que me refiero. La inocencia como pureza es un inferencia que hago del derivado de ambas, aunque debo decir que en realidad es ingenuidad.

En el caso de los niños creo que es especialmente doloso el hecho de forzarlos a tener una relación sexual, porque no están ni física ni mentalmente preparados para algo así. Y por lo tanto robar la inocencia es, para mí, quitarles el privilegio de ignorar que existe la malicia. Nadie nace puro, pero todos nacemos ignorantes; por eso mismo nacemos sin discernir que está bien y que está mal; no tenemos un juicio propio hasta que llegamos a los 10-13 años, edad en la que se supone somos totalmente conscientes y racionales. Es verdad también que los niños eran vistos como mano de obra barata, aunque hoy en días es diferente en algunas partes del mundo. Es el resultado de la civilización; de eliminar la brutalidad del comportamiento humano a favor del bienestar general y la dignificación de la humanidad.

La realidad, como tú has dicho, para mi resulta también una histeria colectiva. Es por eso que en muchas partes del mundo la realidad es distinta.

Si, yo también he pensado que la “realidad” no es más que un recuerdo. Hay días en los que siento que soy un recuerdo que el “yo” en algún punto del futuro revive para recordar (valga la redundancia) alguna situación en particular. Es un tanto estúpido, pero hay veces que en realidad (ahí está la palabra otra vez) estoy convencido de esto; ya sea con un Deja Vu, o con una premonición acertada.

El caso más irrefutable de mi vida como recuerdo, fue el año pasado, el 30 de noviembre. Sé que mientras escribo esto, el Héctor del 30 de noviembre del 2007 va a sufrir, lo cual es una lástima pero enteramente necesario. Mientras viajaba a San Diego, en los Estados Unidos, perdí el control de la camioneta que manejaba. Salimos de la carretera y la camioneta empezó a girar. Sentí ocho vueltas, aunque no estoy seguro cuantas veces giro la camioneta. No perdí el conocimiento, y a pesar de que mi lado quedo destruido, no sufrí ningún daño en absoluto. Esa tarde el clima en Mexicali, en la región, era algo que no había experimentado nunca. Viento y lluvia como nunca (es extraño, porque Mexicali es un desierto) azotaban la región. Cuando por fin se detuvo el vehículo, mis hermanas no estaban, mi hermano tenía un brazo dislocado, mi madre tenía diversos golpes, y una amiga también salió ilesa. Baje por la ventana de la camioneta, resbale y caí en el lodo, me puse de pie y entre tropiezos y resbalones llegue hasta mi hermana menor; estaba a menos de un metro de la camioneta, pero no tenía ninguna herida en absoluto. La revise buscando cortadas o hemorragias, pero no tenía ninguna, no tenía ninguna quebradura. Estaba ilesa, a pesar de haber salido despedida. La deje y la envié con mi madre y mi hermano, y fui a buscar a mi hermana mayor. Estaba bocabajo, y no la miraba respirar, la gire y me di cuenta que estaba respirando de manera muy débil. Empezó a escupir sangre, a vomitarla. Le quite la bufanda lo más rápido que pude y revise su cuello, temiendo encontrar alguna cortadura pero no fue así. Caí en cuenta de que sus oídos sangraban, y supuse lo peor. La mire y le dije que me esperara, iba a conseguirle ayuda. La deje en el charco de sangre y lodo y empecé a correr cuesta arriba, luchando por mantener el equilibrio. El frio rondaba los 12 grados, y el asma empezó a detenerme. Cuando creí que iba a perder el conocimiento, la adrenalina (dulce, dulce adrenalina) me devolvió el aliento y finalmente llegue a la carretera. Paso un auto, dos, y no se detenían. Escuche los gritos de mi amiga y corrí a detenerla; si se lanzaba al tráfico con las condiciones del clima muy seguramente la arrollarían. Cuando la detuve, volví la mirada y ahí estaba: una ambulancia. Vieron la confusión al lado de la carretera y se detuvieron. Explique la situación, 3 heridos, uno de gravedad, yo y mi amiga sin heridas.

El resto de la ayuda llego 15 minutos después. Encerrado en la ambulancia algo me decía que no sería la última vez que manejaría con mi hermana, que esto no terminaba aquí. La misma sensación de que iba a sobrevivir que sentí cuando, aferrado al volante de la camioneta, resistí los vuelcos, me volvía reconfortar, y me ayudaba a controlar a mi amiga. Ese algo, esa sensación de alivio, creo que es el conocimiento del “yo” que escribe esto. “Yo” se como término la historia, y de alguna manera, el “yo” del 30 de noviembre lo supo también. Es muy estúpido, pero no encuentro otra manera de explicarlo. La realidad es una histeria colectiva, aunque el colectivo sea de dos entidades en tiempos distintos, pero con la misma vida y destino.

Estoy divagando mucho. Eso me pasa cada que estoy leyendo alguna novela.
Déjame contarte un poco de la historia: X, es una mujer de mediana edad, que trabaja para una dependencia gubernamental en Japón, y cuenta la historia de cómo el asesinato de su hermana, Yuriko, y Kazue, su amiga, es tratado de manera muy diferente a pesar de estar conectados y de ser perpetrados por el mismo sujeto. La diferencia más significativa es que Yuriko era monstruosamente hermosa, y Kazue por el contrario era normal. Naturalmente, Yuriko tenía madera de prostituta, pero Kazue, a pesar de ser normal, y de contar con un trabajo estable, un estilo de vida apacible, decide prostituirse. ¿Por qué? Esa es la pregunta que se tiene que responder en lo que resta de la historia.
Hasta ahorita me ha llevado por una familia disfuncional, un colegio privado lleno de prejuicios y frivolidad, y un viaje a la mente de una prostituta innata. Todo un viaje, ¿no crees?

Bueno, aquí le dejo.

Sale pues…

Saludos,
Hector

P.D. Disculpa la tardanza. También me gustaría que escribieras a mi correo. Me gusta mantener cosas como el accidente en privado, y los comentarios son públicos. Mi correo es hgomezc@gmail.com, gracias por tu comprensión.